Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela,
Que al hombre que lo desvela
Una pena extraordinaria,
Como la ave solitaria
Con el cantar se consuela
Pido a los Santos del Cielo
Que ayuden mi pensamiento,
Les pido en este momento
Que voy a contar mi historia
Me refresquen la memoria
Y aclaren mi entendimiento
(..)
Mas ande otro criollo pasa
Martín Fierro ha de pasar,
Nada lo hace recular
Ni los fantasmas lo espantan;
Y dende que todos cantan
Yo también quiero cantar
Cantando me he de morir,
Cantando me han de enterrar,
Y cantando he de llegar
Al pie del Eterno Padre
Dende el vientre de mi madre
Vine a este mundo a cantar.
Yo no soy cantor letrao,
Mas si me pongo a cantar
No tengo cuando acabar
Y me envejezco cantando,
Las coplas me van brotando
Como agua de manantial.
(..)
Yo soy toro en mi rodeo
Y torazo en rodeo ageno,
Siempre me tuve por güeno
Y si me quieren probar,
Salgan otros a cantar
Y veremos quien es menos.
No me hago al lado de la güeya
Aunque vengan degollando,
Con los blandos yo soy blando
Y soy duro con los duros,
Y ninguno en un apuro
Me ha visto andar tutubiando.
(..)
Mi gloria es vivir tan libre
Como el pájaro del Cielo,
No hago nido en este suelo
Ande hay tanto que sufrir;
Y naides me ha de seguir
Cuando yo remuento el vuelo.
(..)
Y sepan cuantos escuchan
De mis penas el relato,
Que nunca peleo ni mato
Sino por necesidá;
Y que a tanta alversidá
Sólo me arrojó el mal trato.
Y atiendan la relación
Que hace un gaucho perseguido,
Que padre y marido ha sido
Empeñoso y diligente.
Y sin embargo la gente
Lo tiene por un bandido.
II
Ninguno me hable de penas
Porque yo penando vivo
Y naides se muestre altivo
Aunque en el estribo esté
Que suele quedarse a pie
El gaucho más alvertido
|
Junta esperencia en la vida
Hasta pa dar y prestar,
Quien la tiene que pasar
Entre sufrimiento y llanto;
Porque nada enseña tanto
Como el sufrir y el llorar.
Viene el hombre ciego al mundo
Cuartiándolo la esperanza,
Y a poco andar ya lo alcanzan
Las desgracias a empujones;
¡La pucha! ¡que trae liciones
el tiempo con sus mudanzas!
Yo he conocido esta tierra
En que el paisano vivía
Y su ranchito tenía
Y sus hijo y mujer
Era una delicia el ver
Cómo pasaba sus días.
Entonces .... cuando el lucero
Brillaba en el cielo santo,
Y los gallos con su canto
Nos decían que el día llegaba,
A la cocina rumbiaba
El gaucho ... que era un encanto.
Y sentao junto al jogón
A esperar que venga el día;
Al cimarrón le prendía
Hasta ponerse rechoncho, mientras su china dormía
Tapadita con su poncho.
(..)
Y con el buche bien lleno
Era cosa superior
Irse en brazos del amor
A dormir como la gente,
Pa empezar al día siguiente
Las fainas del día anterior.
(..)
Estaba el gaucho en su pago
Con toda siguridá
¡Pero aura ... barbaridá!
La cosa anda tan fruncida,
Que gasta el pobre la vida
En juir de la autoridá.
Pues si usté pisa en su rancho
Y si el alcalde lo sabe
Lo caza lo mesmo que ave
Aunque su mujer aborte
No hay tiempo que no se acabe
Ni tiento que no se corte.
(..)
Ay comienza sus desgracias,
Ay principia el pericón;
Porque ya no hay salvación,
Y que usté quiera o no quiera
Lo mandan a la frontera
O lo echan a un batallón.
Ansí empezaron mis males
Lo mesmo que los de tantos,
Si gustan ... en otros cantos
Les diré lo que he sufrido
Después que uno está ... perdido
No lo salvan ni los santos.
III
Tuve en mi pago en un tiempo
Hijos, hacienda y mujer,
Pero empecé a padecer,
Me echaron a la frontera
¡Y qué iba hallar al volver!
Tan solo hallé la tapera.
|
Sosegao vivía en mi rancho
Como el pájaro en su nido
Allí mis hijos queridos,
Iban creciendo a mi lao ...
Sólo queda al desgraciao
Lamentar el bien perdido.
Mi gala en las pulperías
Era cuando había más gente,
Ponerme medio caliente,
Pues cuando puntiao me encuentro
Me salen coplas de adentro
Como agua de la virtiente.
Cantando estaba una vez
En una gran diversión;
Y aprovechó la ocasión
Como quiso el Juez de Paz ...
Se presentó, y ay no más
Hizo una arriada en montón.
Juyeron los más matreros
Y lograron escapar
Yo no quise disparar
Soy manso y no había porqué
Muy tranquilo me quedé
Y ansí me dejé agarrar.
(..)
Formaron un contingente
Con los que en el baile arriaron
Con otros nos mesturaron
Que habían agarrao también
Las cosas que aquí se ven
Ni los diablos las pensaron.
A mí el juez me tomó entre ojos
En la última votación
Me le había hecho el remolón
Y no me arrimé ese día,
Y él dijo que yo servía
A los de la esposición.
Y ansí sufrí ese castigo
Tal vez por culpas agenas
Que sean malas o sean güenas
Las listas, siempre me escondo
Yo soy un gaucho redondo y esas Cosas no me enllenan.
Al mandarnos nos hicieron
Más promesas que a un altar
El juez nos jué a poclamar
Y nos dijo muchas veces:
“Muchachos, a los seis meses
Los van a ir a revelar”.
(..)
De los pobres que allí había
A ninguno lo largaron
Los más viejos resongaron,
Pero a uno que se quejó
En seguida lo estaquiaron
Y la cosa se acabó.
A naides le dieron armas,
Pues toditas las que había
Él Coronel las tenía,
Sigun dijo esa ocasión,
Pa repartirlas el día
En que hubiera una invasión.
Al principio nos dejaron
De haraganes criando sebo,
Pero después ... no me atrevo,
A decir lo que pasaba
Barajo ... si nos trataban
Como se trata a malevos.
(..)
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