El término vanguardismo procede de la palabra
francesa avant-garde, un término del
léxico militar que designa a la parte más adelantada del ejército, la que
confrontaría la «primera línea» de avanzada en exploración y combate. En el arte, que es lo que a nosotros nos
interesa, se ha llamado vanguardias históricas a una serie de distintos movimientos
artísticos de principios del siglo XX que se caracterizaban por:
·
Renovar
profundamente el
arte (literatura, dibujo, pintura, cine, teatro, música, arquitectura,
etc.) preguntándose a la vez por su función
social, discutiendo si el arte debía o no denunciar o desenmascarar el ser
de la existencia humana en condiciones de violencia y exclusión.
·
Proponer
innovaciones radicales en la producción artística, tanto en
la forma (las técnicas de escritura,
de dibujo, de pintura, etc.) como en el contenido
(los temas y la profundidad con que se debía abordarlos);
·
Confrontar
con movimientos
artísticos anteriores, como “el realismo”, “el naturalismo” y “el
romanticismo”, a los que consideraban antiguos, anacrónicos, conservadores y
agotados.
·
Oponerse
a los valores tradicionales, a las costumbres, a las normas, a lo
obvio, a las instituciones, a lo establecido, a las imitaciones.
·
Afirmar que la expresión auténtica del
ser humano debe buscarse en “lo
inconsciente”, “lo oculto”, “lo que parece fortuito”, que se manifiesta como “ilógico”,
“absurdo”, “irracional”. En este sentido acompañan el crecimiento de la
“psicología”, ciencia social novedosa en ese momento, que explora estos
aspectos de la psiquis. Los sueños, lo que surge repentinamente sin ser
pensado, lo que proviene del riesgo, de la incertidumbre, del juego, del “sin
sentido” que permitan la liberación de la fantasía y los deseos ocultos son la
fuente de la auténtica creación.
·
Revalorizan
el objeto ordinario como artístico, teatralizan las ideas, emplean neologismos
(nuevas palabras), la intertextualidad,
el uso muy fuerte de la metáfora, entre
otras intervenciones artísticas.
·
Dividen al público entre los que consumen
productos culturales (consumismo) y los se oponen a la mercantilización del
arte, siendo muy críticos y hasta
violentos con los neutrales o los conformistas, atacándolos con la injuria
directa, el sarcasmo o la ironía.
·
Buscan ser reconocidos desde una posición periférica del sistema cultural.
GRUPOS EUROPEOS VANGUARDISTAS
El
Futurismo
En 1909, Marinetti,
escritor italiano, publica el Manifiesto
futurista. Niega cualquier forma de arte pasado y presente, y exalta con
optimismo la civilización mecánica y las
conquistas de la técnica. Proclama su desprecio por el amor, por la
sensibilidad, por el estereotipo de mujer y todo lo que sugiera romanticismo. La
literatura escogerá, por tanto, nuevos temas, nuevos mitos: la máquina, el avión, la energía eléctrica,
la industria, la velocidad, el deporte.
Proponen deshumanizar el arte evitando cualquier referencia al “yo”.
El lenguaje pretenderá la supresión de
adjetivos y adverbios para dar un mayor dinamismo y rapidez verbal, hasta la
"destrucción de la sintaxis y los signos de puntuación", dejando las
palabras en libertad.
El
Cubismo
Surge en Francia pero fue precisamente un
español, Pablo Picasso, el que introdujo las formas de este nuevo arte en 1907, con la obra “Las Señoritas de
Avignon”. Desde la plástica se caracteriza por una estructura de tipo visual y
por un gusto especial por fragmentar la realidad en figuras geométricas. Otros
artistas: George Braque y Juan Gris.
El cubismo literario fue creado por el
escritor francés Guillaume Apollinaire.
Procede también a deshacer la realidad para recomponerla libremente, mezclando
conceptos, imágenes, frases captadas al azar. Hay una ruptura de planos (impacto,
cromatismo, visualización) a las que se añaden especiales disposiciones
tipográficas de los versos formando imágenes visuales como en los famosos “caligramas”
de Apollinaire.
El
Expresionismo
Surge en Alemania en 1911. Es el movimiento de vanguardia más difícil de identificar. Es
el resultado de la situación política de Alemania antes y tras la Primera
Guerra Mundial. A partir de los 20 años surge una política represiva que
desembocará en el nazismo. Nace de la angustia del hombre incierto ante su
futuro. Aflora en la pintura de claros y oscuros (Goya, Solana, etc.) Se
refleja la angustia antibelicista,
el estar atrapado en un sistema
asfixiante. Esto se verá reflejado en el panorama literario.
El
Dadaísmo
Nace en Zurich (Suiza) en 1916 de la mano del poeta Tristán Tzara. Su nombre, elegido
fortuitamente, procede de un balbuceo infantil “dadá”, que no tiene significado
y fue escogida al azar del diccionario.
El dadaísmo propugnó por la abolición de la lógica,
contra las convenciones estéticas o sociales, contra el sentido común, la
liberación de la fantasía y la creación de un lenguaje incoherente que refleje
las incongruencias de la vida. En el fondo, es violento rechazo a la racionalidad que ha llevado al absurdo de la
1ª Guerra Mundial (1914-1918).
El
Surrealismo.
En 1924, André Bretón publica Manifiesto
Surrealista, en el que a las audacias del Dadaísmo añade concepciones
filosóficas de Freud y Marx. Pretende ser una revolución integral. Su gran lema
sería "transformar la vida", liberando los impulsos naturales del
hombre reprimidos en el inconsciente y atados por la razón a las convenciones
morales y sociales. De esta manera se busca liberar la capacidad creadora del
hombre.
Según Freud, en los sueños aflora el mundo
del subconsciente, pero en forma de imágenes ilógicas, cuya estructura patente,
o superficial es símbolo de contenidos latentes o profundos, en virtud de
ciertas transformaciones. Así pues se produce una liberación del lenguaje con
respecto a lo que sería la expresión normal o lógica. En un poema surrealista,
se mezclan objetos, conceptos y sentimientos que la razón mantiene separados;
asociaciones libres e inesperadas de palabras, metáforas insólitas. Es un
lenguaje que no se dirige a nuestra razón, sino que quiere despertar en
nosotros sentimientos y reacciones también inconscientes. Ante un poema de este
tipo, el lector no comprende, pero puede recibir fuertes impactos que le
produzcan emociones profundas.
El
Creacionismo.
Es un movimiento hispanoamericano fundado por
el chileno Vicente Huidobro pero ligado a los movimientos europeos de
vanguardia. Sostiene que el poeta debe huir de la descripción y de la imitación
de la naturaleza o de la realidad para crear otras nuevas e independientes.
Para Huidobro “Hasta ahora no hemos hecho otra cosa que imitar el mundo en sus
aspectos. No hemos creado nada”. Sostenía la independencia de la creación
artística que sólo podía existir en la cabeza del poeta.
El
Ultraísmo.
La renovación de la vanguardia cristalizó en
España en 1920 en este movimiento que resultó de la conjunción de elementos futuristas,
cubistas, dadaístas y creacionistas. Su objetivos es “ir más allá” todavía de
la estética consagrada proponiendo una renovación radical del lenguaje y los
temas poéticos. La metáfora y la imagen son los ejes del poema, suprimiendo la
anécdota y el sentimentalismo (deshumanización).